El Melilla Baloncesto terminó ayer la temporada de la peor forma posible, perdiendo en casa ante el Alerta Cantabria por el resultado de 65-73, un poco corto para los méritos de los melillenses, que sólo apretaron al final, cuando prácticamente no había tiempo para reaccionar y simplemente se trató de maquillar el marcador, con un Melilla que no se jugaba nada en el envite y el Alerta Cantabria que venía dispuesto a todo para salvar la categoría, hecho que finalmente consiguió gracias a la victoria ante los de Olmos, ya que La Palma a pesar de su victoria ante Bruesa (76-65), será finalmente el equipo que acompañe a L’Hospitalet.
Pero que nadie se lleve a engaño, el Melilla perdiendo ante Cantabria no adultera la competición, la competición la adulteró la propia Federación Española la semana pasada obligando a jugar a los melillenses el pasado viernes ante Valencia, pues una victoria de los de Paco Olmos ante Gandía hubiera significado que el Melilla Baloncesto hubiese afrontado el choque con otra mentalidad.
En lo referente al encuentro de ayer, sin duda alguna ganó el que más arriesgo.
A pesar de que en el primer cuarto fue para los locales (14-11), en el segundo parcial los hombres dirigidos por Israel González, sabedores de lo que se jugaban, se pusieron las pilas y endosaron un parcial de 10-23, que resultó decisiva, ante un Melilla apático y falto de concentración.
En el tercer cuarto la cosa pudo ir a mayores, ya que el Alerta Cantabria consiguió una diferencia de 15 puntos 34-49, que poco a poco fueron rebajando los melillenses hasta acabar el parcial 45-56, nueve puntos de diferencia favorable a los visitantes.
En el cuarto y definitivo cuarto, los cántabros salieron dispuestos a que el partido no se les fuera de las manos, consiguiendo una diferencia de 18 puntos (48-66) a falta de seis minutos. A partir de ahí, los de Israel González intentan dormir el partido, circunstancia que aprovechó Melilla para poco a poco ir recortando diferencias hasta llega al final con el resultado de 65-73 para los visitantes.
Fuente: Melilla Hoy
