
La muerte del ex jugador Sergio Luyk, de 36 años, provocó numerosas reacciones del ambiente del baloncesto español, que asiste con pena a la desaparición de una gran persona. Él sentimiento se resume en las palabras de José Luis Sáez, presidente de la Federación Española de Baloncesto: "Es un golpe brutal para el baloncesto en general, y para su familia en particular".
"Hace dos meses recibí un mensaje suyo en el que decía que no se iba a rendir y que tenía muchas ganas de vivir", comentó el presidente de la Federación Española, quien apuntó que "desgraciadamente esto no ha sido posible".
"Desde la Federación Española de Baloncesto y en mi nombre quiero decirle a su familia que nos sentimos orgullosos de cómo han luchado hasta el último momento a favor de la salud de Sergio", subrayó José Luis Sáez.
"Me gustaría que el mensaje suyo lo trasladáramos a todos y en particular a sus padres, Clifford y Paquita (Torres), para que tengan la voluntad de seguir luchando", indicó Sáez, quien destacó que "el mundo del baloncesto siempre estará a su lado y nunca le pagará lo que hizo un hombre que puso el listón del baloncesto español al lado de los más grandes".